Tras varios martes después
Por Diego Martín Gámez
-Por fin entendí todo. Creo que encontré las respuestas-, dijo ese martes muy animado por la mañana Terry frente al espejo. -Días y días pensando cómo asumirlo y por fin encontré que la vida siempre tiene respuestas, y hoy las tengo- se dijo viéndose al espejo, feliz, entrado en su adolescencia madura. -Pero jamás lo entendí cabalmente-, se dijo en este momento frente al mismo reflejo, pero no frente a la misma imagen. -El problema no son las respuesta, sino las preguntas- se dijo dos mil 860 martes después.
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